Damos así un paso más en su sensibilización hacia los aspectos medioambientales, dotando a su producto de un sello que lo convierte en doblemente verde y aportando a sus clientes una solución viable para aquellos módulos que hayan llegado al final de su vida útil.
El objetivo es la recogida y reciclado de módulos fotovoltaicos a final de su vida útil instalados en la Unión Europea y países de la AELC.
Desde Solreina se está suministrando energía limpia y renovable a través del recurso natural más potente: El Sol, pero quiere cerrar el círculo y darle, a través del reciclado de los módulos, una salida no contaminante al destino final de sus módulos.
Los módulos fotovoltaicos contienen materiales que pueden ser recuperados y reutilizados, ya sea en nuevos módulos fotovoltaicos u otros productos nuevos. Los procesos industriales de reciclaje existen tanto para la película delgada como para los módulos de silicio. Los materiales tales como vidrio, aluminio, así como una variedad de materiales semiconductores, son valiosos cuando se recuperan.
Los módulos fotovoltaicos tienen una vida útil de 25 años, requieren un mínimo mantenimiento y suponen una baja emisión de CO2 a la atmosfera, además cuando les llegue el momento de ser desechados serán recogidos para su reciclaje.
El reciclaje no sólo beneficia al medio ambiente al reducir el volumen de los residuos, sino que también ayuda a reducir la cantidad de energía necesaria para proveer de materia prima y por lo tanto los costos y los impactos ambientales de la producción de módulos fotovoltaicos.